Comunidades digitales para exigir nuestros derechos.
El 10 de abril de 2019, el Congreso de Yucatán votó en secreto contra las iniciativas del matrimonio igualitario en la entidad. La indignación se volcó en las redes sociales, donde apenas un mes atrás, un grupo de personas había creado una pequeña comunidad en Facebook para impulsar este debate: el Colectivo por la Protección de Todas las Familias en Yucatán (Colectivo PTF Yucatán).
El Colectivo nació a partir de un grupo de amistades preocupadas por la ausencia de diálogo sobre el tema del matrimonio igualitario. Entre ellas se encontraban Alex Orué, César Briseño y Carla Escoffié, quienes usaron sus redes para convocar a más personas, principalmente de la comunidad LGBTIQ+ y activistas de Yucatán.
Facebook funcionó como una plataforma para conectar a nivel local con personas interesadas en el tema, pero con pocos espacios para la organización. El Colectivo logró convocar a familias diversas para crear una comunidad digital más grande sobre el matrimonio igualitario en Yucatán.
Para Alex Orué: “el grupo fue un espacio para verter la acción y la indignación, pero también un espacio de educación cívica sobre cómo funciona el congreso y quiénes son nuestros representantes”.
El Colectivo agrupó a una comunidad digital informada e interesada para defender los derechos de las comunidades LGBTIQ+. Este espacio sirvió para comunicar los procesos legislativos, informar sobre próximas acciones y verificar contenido tendencioso. El Colectivo tenía el control de la narrativa sobre las discusiones del matrimonio igualitario.
Carla Escoffié, representante legal del Colectivo, nos compartió que uno de los grandes retos que enfrentaron fue comunicar el proceso legal del caso en redes sociales, particularmente en relación a los amparos: uno contra la votación secreta y otro contra la negativa de aprobar el matrimonio igualitario.
“Nos cuestionamos cómo desmenuzar una argumentación jurídica con un hashtag. Ese es de los grandes retos, cómo poder ayudar a que las audiencias dimensionen lo que se estaba presentando”, destacó Carla.
El uso de otras redes, como Twitter, permitió aumentar la visibilidad del Colectivo a nivel nacional. La presión e insistencia a través de los espacios digitales, aunado a la resistencia a través del litigio, lograron que la Primera Sala de la SCJN concediera un amparo en contra de las votaciones secretas del Congreso de Yucatán.
Como lo demuestra el gran trabajo desarrollado por el Colectivo, la protesta digital puede ser una potente herramienta para construir ciudadanía y ayudar en la lucha por los derechos humanos, sobre todo de grupos y poblaciones en situación de mayor marginación y vulnerabilidad.